Nuestro tradicional almuerzo de Navidad se celebro como es habitual, en el marco incomparable del Hotel Rivoli Rambles, en nuestro espacio "reservado".
Como siempre fue un almuerzo de asistencia masiva, en la que todos los presentes aportaron sus momentos de alegría y buenos deseos para las próximas fiestas y para el año venidero.
Tras el ágape y los clásicos turrones, nuestro Club nos obsequio con un Cheque Regalo para que cada uno pueda escoger el coche según sus preferencias, de marca, color, cilindrada, tipo de combustible, etc.
Y para que no todo el tema de los obsequios fuera algo frívolo, se sortearon dos magníficos calendarios de nuestro entrañable Club, que nuestro excelso Presidente consiguió en una Peña Culé de las quimbambas, algo que fue muy alabado por todos los miembros, menos uno, rarillo el que es del Zaragoza (que le haremos), en todas las familias hay una oveja negra.
A la hora de los postres nuestro querido Sr. Valdé nos deleito con una selección de sus mejores obras artísticas, muchas de ellas del período cuaternario, pero que al ser restaurados con maestría, hacen las delicias de los asistentes, aunque siendo honesto, siempre hay alguna pieza novedosa, que encandila a la galería.