En esta ocasión nuestra excursión para celebrar la Calçotada y las preceptivas elecciones a Presidente de nuestro Club, se inició en la localidad de Nulles.
El
municipio de Nulles se encuentra situado en el sector meridional de la Comarca
del Alt Camp, al Sudeste de Valls, su capital. Limita por el Este con
Vilabella, por el Norte con Puigpelat, por el Oeste con Vallmon, y por el Sur
con Renau. El torrente del Bogatell pasa dentro de su término municipal.
Dentro
de su término están agregados los núcleos de Bellavista al Noreste de Nulles,
donde encontramos la capilla de la Santa Creu y Casafort, también al Noreste,
hoy en día prácticamente despoblado y donde se conserva un observatorio
meteorológico desde 1914.
El
origen de Nulles es incierto, pero parece ser que se remonta a la repoblación
de la zona después de la Reconquista (siglos XII y XIII)
Por
lo que se refiere a su economía se basa en gran parte en la viña, y con su uva
abastece la Cooperativa Agrícola de Sant Isidre para la producción de vinos y
cavas. La cooperativa es un edificio modernista noucentista construido el año
1915, con ladrillo y piedra, por el arquitecto Cèsar Martinell, siguiendo las
cuidadosas instrucciones de un enólogo, para que la luz y la temperatura fueran
favorables en el proceso de elaboración del vino. La cooperativa organiza el 15
de Mayo la fiesta de San Isidro Labrador.
Probablemente
nos encontramos ante una de las obras más bellas del arquitecto Cèsar
Martinell. La Bodega del Sindicato Agrícola de Sant Isidre de Nulles, en las
afueras del núcleo urbano, fue el tercer encargo en tan solo un año del más
célebre de los arquitectos agrarios catalanes.
Después
de trabajar en Rocafort de Queralt y Vila-rodona, el Sindicato Agrícola de Sant
Isidre encargó a Martinell la construcción de su bodega. Financiado con un
préstamo del Banco de Valls, contó con muchos socios que colaboraron
directamente en las obras. Con unas líneas que nos recuerdan al arte gótico, la
bodega de Nulles presenta una arquitectura depurada, monumental y elegante.
Como
sucedía en muchos otros pueblos vitícolas durante el auge del movimiento
cooperativista, Nulles contaba con una bodega desde 1912 (“Bodega de los
Pobres”) promovida por el Sindicato
Agrícola Popular. Formaban parte de este sindicato los jornaleros, medianeros y
pequeños propietarios, los más “revolucionarios” del asociacionismo. En 1917
entró en funcionamiento el Sindicato Agrícola de Sant Isidre, con los
propietarios agrarios acomodados al frente.
Si
bien el primero era un asociacionismo solidario y reivindicativo, el segundo
buscaba sinergias para impulsar la producción agraria desde una vertiente
práctica, a través del crédito agrícola o la compra conjunta de productos y
maquinaria para el campo.
Perteneciente
a esta segunda vía, el Sindicato Agrícola de Sant Isidre “comulgaba” con las
tesis de la Mancomunidad de Cataluña y del Instituto Agrícola de Sant Isidre.
Las
obras duraron menos de un año: iniciadas a finales de 1919, la cosecha de 1920
ya fermentaba en sus lagares.
La
estructura del edificio es ligeramente diferente de las obras anteriores de
Martinell; en Nulles encontramos una construcción de dos naves de 21 por 18
metros sin muro de separación entre ellas. Cada una se estructura con varios
arcos parabólicos, de forma similar a los arcos diafragmáticos tan utilizados
en los edificios medievales. Hechos con ladrillo visto, los arcos incorporan
albanegas caladas definidas por pequeños pilares y falsos arcos de ladrillo.
Un
esqueleto esbelto, resistente y ligero que da sensación de amplitud y permite
crear un espacio diáfano y ordenado. La cubierta de las naves está hecha a base
de vigas, latas de madera, solera de baldosa y teja.
Estas
dos naves albergaban 26 tinas de 320 hectolitros cada una, dispuestas en dos
hileras. Por debajo, como es habitual en la mayoría de bodegas, se colocaron 14
depósitos subterráneos, separados por cámaras de aire que facilitaban la
ventilación automática.
La
bodega dispone aún de otro espacio, una nave transversal con una estructura más
sencilla, a base de armadura de cubierta metálica y cubierta de chapa.
La
monumentalidad de la fachada justifica plenamente el apelativo de “catedral del
vino”. Se observa claramente la doble nave basilical gracias a dos frontales
simétricos e idénticos.
Arranca
de un sólido basamento de piedra que la recorre longitudinalmente, roto tan
solo por las dos puertas de cada nave. Las portaladas describen un arco
parabólico y sobresalen ligeramente para soportar los grandes ventanales
situados encima (también parabólicos y de ladrillo visto).
La
fachada luce pilastras verticales de ladrillo visto, desde el paramento hasta
la cubierta donde los acabados escalonados forman un pendiente simétrico a
ambos lados; también son destacables las arcuaciones ciegas y las originales
esquinas de la fachada hechas a base de pilares de ladrillo formando relieves
degradados. Las fachadas laterales son más sencillas; allí se abren
regularmente ventanas tríforas enmarcadas con ladrillo. Por último, los
pequeños pináculos que coronan la fachada y que en el perímetro exterior del
edificio están rematados con cerámica azul.
Una
composición elegante y compleja que algunos estudiosos han definido como “una
interpretación libre y moderna del lenguaje gótico” (Raquel Lacuesta). Es
decir, como una “catedral del vino” de pleno derecho
La
iglesia parroquial de San Juan Baptista, de estilo barroco neoclásico, se
construyó durante los años 1510 y 1520, y se rehizo posteriormente en el siglo
XVIII.
Dedicada
a San Juan Bautista, destaca su esbelto campanario. Su proceso de construcción,
reforma y adaptación ha sido largo a través del tiempo. Destacan la
reedificación del siglo XVI, que supuso abandonar la antigua capilla del
castillo y las ampliaciones y reformas de los siglos XVII, XVIII i XIX que la
dejaron en su configuración actual. En 1939 se quemaron todas las imágenes,
altares y utensilios.
A
considerar. también, el "castell", lugar donde se levantaba el antiguo
castillo, con una excelente vista sobre toda la comarca. Del antiiguo castillo
solo queda una pared, en la cual se puede observar "opus spicatum"
Finalizamos la visita a la Cooperativa con una degustación de sus caldos.
La segunda parte, fue como ya va siendo habitual, en Masmolets en el Restaurante Cal Ganxo, donde degustamos una excelente Calçotada.
LOS CALÇOTS
El Calçot es una cebolla blanca (Allium Cepa L.) que se cultiva de una manera muy especial para que sea alargada, y que resulta ser uno de los platos típicos por excelencia de la gastronomía catalana. Es típico de algunas zonas de Tarragona, aunque actualmente se cultiva en prácticamente toda Catalunya, e incluso en otras provincias de España y en el extranjero.
Los calçots se consumen desde noviembre hasta mediados de abril en una fiesta llamada "Calçotada". Los calçots se asan con llama viva de sarmientos, y cuando están bien hechos se envuelven en papel de diario hasta su consumo (ver sección "Consumo de los calçots"). Llegado el momento, se presentan en una teja junto a una salsera que contiene la Salvichada, la salsa de calçots, que también se llama popularmente la salsa romesco. La calçotada también incluye carne a la brasa: la típica longaniza catalana (salchicha gorda), y costillas de cordero. De postre se come una naranja, pero últimamente se ha introducido también la crema catalana y otros postres de repostería.
El Calçot de Valls está protegido por una indicación geográfica, un distintivo de calidad europeo que se otorga a ciertos productos en función de su origen. Véase la sección IGP "Calçot de Valls".
Calçot: origen del nombre
El calçot debe su nombre a la manera especial de cultivar la cebolla. Para alargarla se "calza" ("calçar" en catalán) con más tierra. Esto es, se añade tierra a su base para que la cebolla tenga que "estirarse" en busca de la luz. Este proceso se repite 2 o 3 veces durante su cultivo, hasta conseguir una parte blanca lo suficientemente larga. Según la reglamentación de la IGP, esta longitud debe estar entre 15 y 25 cms.
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Alguno se comió como media.......... tonelada, sin exagerar sólo un centenar |
Origen de los calçots
El origen de los calçots es, todavía hoy, una incógnita. "Se dice" que el origen está en Valls (Tarragona), aunque recientemente se ha descubierto una pintura en Brigetio (Hungría) que daría validez a la teoría que en el Imperio Romano ya se consumían. En este punto hablaremos de ambas posibilidades, sin ningún ánimo de generar polémica.
Hay un tercer posible origen que estamos investigando en este momento (junio 2014). En cuanto tengamos información contrastada será publicada aquí inmediatamente. Esta tercera vía situaría el origen de los calçots en Oriente Medio.
El origen vallense - Xat de Benaiges
Se dice que el descubrimiento de los calçots se debe a un agricultor de Valls apodado "Xat de Benaiges" (pronunciado "Chat"), quien, a finales del siglo XIX, quemó unas cebollas viejas en el fuego. En vez de tirarlas las peló y probó, descubriendo que su interior era muy dulce y poco fibroso. No hay ninguna documentación que acredite esta historia. Se ha solicitado información de carácter fiable a la Cámara de Comercio de Valls, y a la IGP "Calçot de Valls", y no hemos obtenido ninguna respuesta concluyente. Sin embargo, y gracias al archivo municipal de Valls, sí que disponemos de documentación que acredita la existencia de los calçots en esta población a principios del siglo XX. No así de la existencia del "Xat de Benaiges", una historia que empezó a circular en los años 40 del siglo pasado.
Se dice que el mismo Xat de Benaiges ideó la salsa Salvichada, que acompaña a los calçots, aunque esto tampoco está documentado.
El origen romano - el porrus capitatus
Hay evidencias que muestran que los romanos ya comían calçots. En una excavación en la ciudad húngara de Brigetio, durante el mes de agosto del año 2000, el arqueólogo húngaro Lázló Borhy encontró una pintura curiosa que mostraba a un hombre comiendo porrus capitatus, los actuales calçots, en la típica posición: mano alzada, mirando hacia arriba, e introduciendo el calçot en la boca. La pintura data del siglo III de nuestra era, y según indican él y la también arqueóloga Isabel Rodà, debido a la vestimenta del hombre, éste sería un esclavo. Aparecen también otras pinturas que sostienen cuencos con una salsa anaranjada, con lo que el acompañamiento tampoco sería un descubrimiento nuevo.
Existen múltiples escritos que hacen referencia a los porrus capitatus, lo que hace suponer que no fue un caso aislado, sino más bien una costumbre en el imperio.
Temporada de calçots
En la zona de cultivo tradicional, la temporada de calçots va de noviembre a mediados de abril. En otras zonas, con climas algo diferentes, es posible avanzar o retrasar la temporada. La temporada de calçots llega a su momento álgido a partir de la Fiesta de la Calçotada, que se celebra en Valls el último domingo de enero. Según la mayoría de medios, y de forma poco acertada, esta fiesta marca el inicio de la temporada. Para ajustarse a la realidad, debería decirse que esta fiesta marca el momento álgido o el inicio de la "temporada alta" de los calçots.
Para más información, te recomendamos leer la página especialmente preparada para la temporada de calçots.
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Algunos no comieron calçots porqué ya lo habián hecho el domingo anterior |
Consumo de los calçots
Los calçots son fruto de la tierra. Como tal, cuando son recolectados presentan tierra adherida, raíces, etc. Si van a ser dedicados al consume mediante la calçotada tradicional, no es necesario hacer nada. Más adelante en este apartado veremos por qué. En cambio, si van a ser cocinados en el horno, en wok, fritos, etc., sí que es una buena idea limpiarlos. Sin embargo, NUNCA debe cortarse el nudo final del calçot; sólo las barbas (las raíces).
Una vez que hemos asado bien los calçots en llama viva de sarmientos, procederemos a pelarlos. Esto se hace con una leve presión en la punta (donde estaban las raíces), y estirando a la vez de las hojas centrales. Así el calçot sale entero y completamente limpio. Una vez pelado, se untan en la salsa de calçots, también llamada Salvichada (Salvitxada, en catalán) o salsa romesco, y se eleva para introducirlo en la boca. Es habitual mancharse con la salsa en este momento, por lo que también es costumbre ponerse un babero para calçotada.
Propiedades nutritivas
No me voy a extender mucho en las propiedades nutritivas de la cebolla. Os indico que en ellas abundan las vitaminas A, B, C y E, y que también son ricas en minerales y oligoelementos, como calcio, magnesio, cloro, cobalto, cobre, hierro, fósforo, yodo, níquel, potasio, silicio, cinc, azufre y bromo.
Si quieres más información sobre las propiedades nutritivas de los calçots te recomiendo esta web. Son cinco páginas que dan bastante información seria sobre la cebolla, aunque sería deseable que también se hiciera alguna referencia a los calçots.
Cultivo del calçot
Las cebollas, y por consiguiente también los calçots, son plantas de dos ciclos. Se obtienen las semillas a finales de junio o principios de julio, que después de dejar secar se plantan en diciembre. El plantel se obtiene en febrero, época en que se trasplantan para conseguir las cebollas. También hacia el mes de junio obtenemos la cebolla blanca (¡Y ya ha pasado un año!), que arrancamos del suelo y dejamos secar, tirada en el campo, hasta que caen sus hojas y raíces. Hacia mediados de agosto o principios de septiembre se plantan las cebollas ya con vistas a calzar y conseguir calçots. Los primeros calçots aparecen en noviembre. La temporada de calçots dura hasta mediados de abril, aproximadamente.
Finalizada la temporada de calçots, dejamos que se espiguen los tallos hasta que vuelva a aparecer la umbela con las semillas, hacia el mes de junio, con lo que cerramos el ciclo de dos años.
Hay una completa explicación de este proceso en la página sobre la temporada de calçots.
IGP "Calçot de Valls"
Como ya se ha indicado anteriormente, los Calçots de Valls están protegidos por una indicación geográfica propia. Esta indicación geográfica, auspiciada por la Unión Europea, se otorga a los cultivos de calçots que cumplen con unos determinados requisitos. Entre ellos está la cebolla que se debe usar (la "Blanca Tardana de Lleida"), la técnica de cultivo, las medidas de los calçots resultantes, y la presentación de los manojos, entre otros.
Y tras la historia de los calçots, que siempr es interesante conocer, llegamos a la parte crucial de este día...........
LA ELECCIÓN DE NUEVO PRESIDENTE
Sabemos que no es fácil elegir, pero en los cactus, o eran
caucus, o cacos, bueno, lo que sea, realizados la semana pasada en La
Mina, salieron elegidos dos presidenciables, de los que elegiremos al mejor de
ambos.
Debido a que se prevé una reñida dis puta para el cargo,
rogamos a aquellos que no puedan asistir que deleguen el voto a otro de
nuestros colegas, a fin de que el resultado sea el que la mayoría desea.
Que Dios os bendiga en la erección por el bien de nuestro
Club
Tras la correspondiente reflexión, se procedió a la votación, que fue extremadamente reñida, saliendo incluso votado una persona que no es miembro del Club, pero finalmente gano la lógica, y fue elegido D. Josep Maria Pujol (L'Honest).
Para cerrar el acto, el flamante nuevo Presidente hizo un breve discurso en el que nombró a la nueva Junta Directiva que estará formada por:
D. Isidro Tomás
D. José (Pepe) Ortiz
D. Jaume Aleu
Y cerrando la Junta, el siempre insustituible Secretario General y Tesorero.
Don Pedro Lifante
Que seria de este Club sin el, siempre organizando aquello que el resto de la Junta no ha previsto, pasando los comunicados puntualmente, llevando el libro de Actas y cobrando de un atajo de mo.... excelentes personas las aportaciones mensuales para sufragar las "farras" que todos nos montamos.
Ets collonut Pere.