El penúltimo almuerzo de esta legislatura lo celebramos en un lugar encantador, el Bar Monumental de Hostafrans.
Aquel típico bar que encontrábamos detrás de la plaza de Toros Monumental, se ha trasladado junto a los jóvenes propietarios al barrio de Hostafrans, y allí también nos llevo nuestro querido "TODO".
Debemos reconocer que las tapas de entrada son unas clásicas, sin dejar de haber impuesto alguna que otra innovación, como las bravas.
Tema a parte los platos principales, en esta ocasión podiamos escoger entre un excelente entrecot, o una merluza al horno, o los raviolis de rabo de toro, una exquisitez, que aún siento en el paladar.
Si a algo tenemos que poner pegas, es en la extrema "seriedad" del algún miembro del servicio, algo que no es normal en este tipo de establecimientos, pero, no todo puede ser perfecto.
Una sorpresa que nos deparó este almuerzo fue, la incorporación de nuestro amigo Luís Soler, que compartirá mesa con nosotros, mientras permanezca en la Ciudad Condal, cosa que nos alegra muchísimo.