Allí nos encontramos con nuestra guía que nos
conduciría por el interior del local mientras nos contaba hechos y anécdotas del
local.
Un joven Louis Moritz llegaba a Barcelona
procedente de Alsacia hace más de 160 años. Fue en ese momento cuando empezó la
aventura de Moritz, una nueva cerveza veía la luz en la Ronda Sant Antoni de
Barcelona, algo inédito en aquellos momentos que la Ciudad y sus fábricas se
instalaban en el Poble Nou,
algo que los Moritz cambiaron para poder estar en el corazón de la Ciudad, y
que su fábrica fuera a la vez punto de degustación.
La fábrica que se había cerrado en 1978, se
reabrió en 2004 para restablecer las marcas de la compañía.
La apuesta de la remodelación ha sido,
mantener el máximo de elementos de la antigua fábrica, o el máximo de ellos,
integrados en un nuevo concepto de decoración, pero sin dejar de recordarnos
aquella emblemática fábrica de cerveza del Raval barcelonés.
Llámalo templo. Llámalo la Octava Maravilla del Mundo. Llámalo la Meca cervecera. Tú mismo, el nombre en este caso es lo de menos porqué lo importante es degustar La Cerveza. Sí, la ponemos en Mayúsculas porqué la birra que se produce en la micro cervecería de la Fábrica Moritz Barcelona lo vale.
De hecho, decir que la micro es el Rolls
Royce de las micros no es casual. Incluso nos quedamos cortos, ya que se trata
de la más grande del sur de Europa y no tiene nada a envidiar a las productoras
alemanas o a las de los EUA. Tiene capacidad para producir tres cocciones
semanales de 20Hl que llenan los tanques de fermentación que hay en el
subterráneo de la FMB, y que también visitamos, bajando las escaleras que se encuentran
en la entrada del local.
El proceso de producción de la Moritz que se degusta
en la cervecería se completa con seis tanques de fermentación, a lo largo de
tres semanas, convirtiendo el mosto cervecero en la deliciosa Moritz fresca.
Nos preguntamos, quizá porqué somos muy
malpensados, porqué instalar una micro
cervecería… Pues parte de un fuerte compromiso. El compromiso de contribuir al
enriquecimiento de la cultura cervecera de nuestro país. Y es que en la micro
de Moritz se reproducen los procesos productivos industriales exceptuando la
pasteurización, consiguiendo así una cerveza fresca y llena de aromas
volátiles.
En este espacio se elaboran semanalmente la
cerveza Pilsen y la “Strong Lager”, también conocida como Moritz Epidor. Pero
además de estas dos cervezas conocidas, también se elaboran otras variedades
menos conocidas: Cervezas sin filtrar, artesanales, ediciones limitadas,
especialidades de trigo, de alta fermentación tipo Ale y aromatizadas con
especias naturales.
Y por si fuera poco elaboran; Galletas con bagazo de cerveza, Pan de Epidor, Levadura fresca, Jabón de lúpulo, Cocoa and drink malta Xavier Mor.
Productos que se pueden encontrar en la Store.
En la planta baja encontramos la Cerveseria Moritz, la M-Store el Bar a Vins todos con acceso independiente, mientras que en el interior tras estos locales, encontramos la Sala de Calderes y los tanques de agua (del Montseny).
En el sótano se encuentra la discoteca Sala 39, los servicios, la cocina, la sala de fermentación y la Braserie.
En la primera planta, la terraza, el museo, el Atelier gastronómico y el Aula gastronómica, en breve habrá un nuevo espacio de restauración, con una estrella Michelin que se traslada de su actual ubicación al espacio Moritz.
Tras la visita nos fue servido un almuerzo de tapas, finalizado con un picantón asado, una excelente degustación regada por las dos variedades de cerveza fresca, y la Epidor, está es la de cebada tostada, ambas las podemos adquirir a granel en la M-Store, o bien aportando nuestro envase o adquiriendo uno allí, si no recuerdo mal, el litro salía a unos 3€.
Otra excelente experiencia que nos ha ofrecido la actual Junta.